Cómo hacer pompas de jabón resistentes
Descubrimiento de las moléculas tensioactivas
Seguro que habéis probado muchas veces de hacer burbujas de jabón, pero normalmente estas se rompen fácilmente al chocar contra una superficie. En este experimento aprenderemos cómo poder hacer burbujas más resistentes e incluso podremos jugar con ellas. ¿Cuántas veces se pueden hacer rebotar?
Este experimento es una propuesta de Carme Aguilar (química) y su hija María (5º de primaria).
¿Qué necesitaremos?
- 1 bol
- 1 vaso pequeño que sirve como medida (tipo vaso de café largo o cortado)
- Agua (mejor destilada, como el agua de la plancha)
- Jabón líquido concentrado de lavar los platos
- Gel fijador de cabell
- 1 cucharilla
- 1 tubo para hacer las burbujas (tipo pajita)
- Guantes de lana o de forro polar (opcional)
- 1 globo inflado (opcional)
Com ho fem?
En primer lugar ponemos 2 vasos pequeños de agua en el bol. A continuación añadimos 1 vaso pequeño de jabón líquido y revolvemos suavemente, evitando la formación de espuma. Finalmente añadimos el fijador, concretamente medio vaso pequeño. Removemos la mezcla también de manera suave evitando que se generen burbujas. Dejamos reposar la mezcla un mínimo de una hora. Lo podemos dejar de un día para otro.
Pasado este tiempo, ya podemos hacer burbujas. Tomamos la pajita, la sumergimos por un extremo en el líquido y soplamos por el otro extremo de la pajita y así podemos obtener las burbujas. Intentamos que caigan sobre la mano y observamos qué sucede. Después nos ponemos los guantes y volvemos a repetir el proceso. ¿Qué podéis observar? Intentamos hacerlas rebotar.
Con determinados materiales como la lana o por ejemplo con un globo inflado que previamente hemos frotado con nuestro cabello, podemos conseguir hacer rebotar las burbujas.
El fijador de cabello provoca que las burbujas de jabón sean más resistentes y les cueste más de romperse en comparación a las burbujas que se obtendrían si sólo mezclamos agua y jabón líquido. Las burbujas aguantan mucho más.
¿Qué pasa?
Una burbuja de jabón es una «porción de aire» rodeada por una capa de agua con un elemento tensioactivo (jabón o detergente). Así pues, las burbujas tienen una estructura que consiste en una capa fina de agua que está «atrapada» entre dos capas de moléculas tensioactivas, que están presentes en el jabón líquido.
Las moléculas tensioactivas son moléculas muy curiosas pues tienen dos partes bien diferenciadas: por un lado, les «encanta» el agua, son hidrófilas. Por otra parte, «odian» el agua, son hidrófobas. Así pues, las moléculas tensioactivas cuando están en contacto con el agua tienden a orientarse de manera que la parte hidrófoba huye del agua, mientras que la parte hidrófila está en contacto con el agua. El hecho de añadir el jabón en el agua hace que disminuya la tensión superficial de esta y esto favorece la formación de las burbujas.
Las burbujas duran mientras no haya algún factor externo que provoque su rotura, por ejemplo cuando chocan con nuestro cuerpo, una pared, etc. Normalmente se rompen muy fácilmente, son muy frágiles.
¿Cómo podemos hacer que las burbujas sean más resistentes? Hay diferentes opciones como por ejemplo añadir a la mezcla de agua y jabón gel fijador para el cabello. La presencia de esta sustancia hace que incremente la resistencia de las burbujas ya que provoca el aumento del grosor de sus paredes y esto posibilita que la burbuja dure más e incluso se puede jugar con ella!
¿Sabías que hay otras sustancias que pueden también ayudarnos a obtener burbujas más resistentes? La glicerina es una sustancia que se puede utilizar para favorecer que las burbujas duren más. También son importantes las condiciones meteorológicas, pues un ambiente seco no favorece mucho la formación de burbujas, en cambio en días lluviosos el proceso es más favorable.
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