¿Cómo funciona la tabla periódica y qué es el lenguaje científico?
¿Sabías que los científicos tienen un lenguaje específico para transcribir sus experimentos? De hecho, es un lenguaje que todos los investigadores en todo el mundo entienden indiferentemente de la lengua que hablen.
Se trata del lenguaje científico! Este es el mismo sea cual sea la lengua del investigador y, aunque no les permite tener una conversación ‘normal’, sí que les permite comunicar lo que es importante de su investigación y sus experimentos.
Por ejemplo, el agua en lenguaje científico se llama H2O.
Como podéis ver el lenguaje científico utiliza letras y números.
El lenguaje científico: elementos que componen las cosas
Volvamos a nuestro ejemplo inicial del agua. Hemos dicho que el agua es H2O, por lo tanto, queremos decir que el agua está formada por hidrógeno (H) y oxígeno (O).
De esta manera el lenguaje científico se basa en describir las cosas por los elementos que forman parte. El 2 nos indica que tenemos el doble de hidrógeno que de oxígeno y también es un número que podemos obtener de la tabla periódica.
Si os fijáis en los productos que tenemos por casa como la sal o el bicarbonato de sodio (que podemos utilizar para una reacción química o experimentar con la densidad), verá que los podemos traducir directamente al lenguaje científico.
SAL = Na Cl
BICARBONATO SODIO = NaH CO3
Otros no tienen traducción directa, porque el lenguaje científico hemos dicho que hace referencia a los elementos que componen las cosas y … resulta que estas cosas están compuestas de muchas otras.
Así, no podemos traducir azúcar directamente. Debemos hacer referencia a su componente principal. En el caso del azúcar por ejemplo, podría ser la sacarosa, que es el que usamos habitualmente para endulzar pasteles.
Pero hay más ejemplos:
AZUCAR (sacarosa) = C12 H22O11
ACEITE (ácido oleico) = C18 H34 O2
VINAGRE (ácido acético) = CH3 COOH
ALCOHOL (etanol) = CH3 CH2 OH
LIMÓN (ácido cítrico) = C6 H8 O7
LECHE (caseína) = C81 H125 N22 O39 P
VITAMINA C (ácido ascórbico) = C6 H8 O6
Tened en cuenta que muchas cosas aparte de H (hidrógeno) y O (oxígeno) están hechas de C (carbono).
Un apunte: el hidrógeno y el oxígeno como elementos se escriben como H y O, pero si nos referimos al gas … se escribe respectivamente H2 y O2.
Vemos pues que el lenguaje científico no lo usamos para simplemente traducir las frases que usamos cuando hablamos con catalán o castellano.
Sirve para nombrar aquellas cosas que usan los científicos como los reactivos y productos de una reacción química, disolventes, etc. De esta manera independientemente de la lengua que hablen, el nombre científico es conocido por todos y evita malentendidos.
¿Pero de donde salen las letras de los elementos? De la tabla periódica!
La tabla periódica: el abecedario de los científicos
La tabla periódica recoge elementos y no letras como sería el caso de nuestro abecedario.
Fijémonos primero en materiales que tienen un nombre muy corto de una o dos letras como:
Hierro = Fe / Plata = Ag / Oro = Au / Cobre = Cu / Helio = He
Fluor = F/ Aluminio = Al / Calcio = Ca
En esta tabla, el dibujo que acompaña cada elemento da un ejemplo de su aplicación. Esto puede ayudaros a recordarlos mejor. Para cobre, por ejemplo vemos una ilustración de unos hilos eléctricos y la corona representa el oro.
La posición de cada elemento en la tabla no es aleatoria. Todos los elementos están ordenados según su número atómico, es decir, según su número de protones.
Por lo tanto, el hidrógeno es el primero porque tiene 1 protón en su átomo.
La idea de seguir esta ordenación viene de lejos. La tuvo hace ahora unos 150 años el científico Mendeleiev. Pero él, no conoció todos los 118 elementos que forman actualmente la tabla periódica. Así pues, esta se ha ido completando por otros científicos a lo largo de todos estos años.
De momento con estos 118 elementos podemos describir la composición de todo lo que nos rodea, incluidos nosotros mismos.
Otro hecho muy positivo de la tabla periódica es que aquellos elementos que estén juntos tienen características más similares que los que están alejados.
Por ejemplo, el oro y la plata tienen entre sí características similares (como la conductividad eléctrica) y muy diferentes a las del calcio, que está bastante más lejos.
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