Cómo hacer un densítometro casero

¿Qué pensáis de construir un densitómetro casero y descubrir cuales de los líquidos que tenemos por casa son más densos que otros?

Y es que cada elemento o líquido tiene su propia densidad o mejor dicho tiene una relación específica entre la masa y el volumen que ocupa. Dependiendo de su densidad, los hace más pesados o ligeros.

¿Lo probamos?

Este experimento lo han hecho la Ia (6to de primaria) y el Pol (4to de primaria) con la ayuda de su madre, Nuria Fontanals (Química).

¿Qué necesitamos?

1 botella de agua pequeña vacía de 33 cL
20 mL de agua
20 mL de jabón líquido
20 mL de aceite
20 mL de acetona para las uñas o alcohol
2 cucharadas de miel

¿Cómo lo hacemos?

En una botella de plástico de agua pequeña vamos añadiendo poco a poco cada uno de los ingredientes.

Primero ponemos el agua. A continuación añadimos el jabón líquido. Después el aceite. Esperamos un poco para ver qué pasa. Y añadimos la acetona o el alcohol. Y finalmente añadimos las dos cucharadas de miel.

¿Veis cómo cada líquido se va poniendo en su sitio? Fijaos en el densitómetro que hemos preparado para vosotros. ¿Veis que todo se ha ido colocando en el mismo orden? ¿Sabéis por qué pasa?

¿Qué pasa?

Cada elemento o líquido tiene su propia densidad.

La densidad es una propiedad específica de cada sustancia que indica la relación entre la masa y el volumen que ocupa. Cuanta más masa y menos volumen tenga esta sustancia, la densidad será más grande.

Esta densidad los hace más pesados o ligeros. Si cogemos como referencia el agua que tiene una densidad de 1 kg/L (es decir 1 litro de agua pesa 1 kilogramo), podemos identificar si el resto de líquidos tienen densidad mayor (>1 kg/L) y por tanto se hunden por debajo del agua; o bien menor (<1 Kg/L), por tanto, flotan por encima del agua.

¿Sabéis que si añadimos colorantes alimentarios a los líquidos transparentes (como el agua o el alcohol) los podréis identificar mejor en el experimento?