Cómo apagar una vela sin soplar

El poder de una reacción ácido-base

Si acercamos el vaso con CO2 a la vela, la llama no puede quemar y se apagará

¿Habéis pensado alguna vez cómo podríamos apagar una vela sin soplar ni tocarla? ¿Cuántas velas creéis que se pueden apagar a la vez?

Este experimento es una propuesta de Eva Pocurull, doctora en química.

¿Qué necesitamos?

  • Velas
  • Un encendedor
  • 100 mL de vinagre
  • 1/2 cucharada de bicarbonato de sodio
  • Dos vasos transparentes altos

¿Cómo lo hacemos?

En primer lugar encenderemos las velas y las dejaremos a un lado, con la precaución de no quemar nada!

Ahora os proponemos apagar las velas utilizando una reacción ácido-base. Para hacer la reacción pondremos, en uno de los vasos, 100 mL de vinagre y seguidamente 1/2 cucharada de bicarbonato. La reacción es muy rápida y evidente.

A continuación inclinamos el vaso sobre el otro de forma que el gas generado por la reacción (CO2), que es invisible a nuestros ojos, pase al segundo vaso. Vigilad, que si lo inclináis demasiado os pasará también el líquido y eso no queremos que pase.

A continuación acercamos el segundo vaso, el que contiene sólo el gas, a la llama de cada una de las velas y … observamos !!! Las velas se irán apagando una a una. ¿Cuántas velas ha podido apagar?

Una pista: modificando el tamaño del vaso y la cantidad de vinagre y bicarbonato de sodio, conseguiréis apagar más o menos velas. Es cuestión de probarlo!!

¿Qué pasa?

El vinagre contiene ácido acético (CH3COOH) que al mezclarse con bicarbonato de sodio (NaHCO3) reacciona a través de una reacción llamada ácido-base. Como resultado de la reacción observamos unas burbujas. Esto es debido a que se genera un gas, el dióxido de carbono (CO2).

La reacción completa es la siguiente, donde podréis ver que también se generan agua (H2O) y acetato sódico (CH3COONa), como resultado de la reacción.

CH3COOH  +  NaHCO3   —>  CH3COONa   +  H2O  +  CO2

El CO2 es más denso que el aire y por ello tiende a quedarse dentro del vaso. Esto nos puede parecer extraño dado que siempre nos han dicho que si tenemos un gas en un recipiente abierto, se escapa. Sólo hace falta que penséis qué pasa al inflar un globo con aire y no le hacéis un nudo. El aire sale rápidamente y tenemos que volver a inflarlo, ¿no? Pero en este caso, la densidad del CO2 hace que quede por debajo de la capa de aire.

Por este mismo motivo, si abocamos el primer vaso sobre el segundo, el CO2 pasa a llenar el espacio interior del segundo vaso. Al tener una densidad más elevada que el aire, desplaza a este ocupando su lugar.

Cuando finalmente acercamos el segundo vaso a la llama, de nuevo el CO2 desplaza el aire que rodea la llama. Este aire contiene oxígeno (O2), que es combustible y por lo tanto, permite mantener la llama encendida. Pero si desplazamos el aire (oxígeno) y el sustituimos por CO2, la llama no puede quemar y se apaga dado que este gas no es combustible.

Sabías que …? El CO2 se utiliza para rellenar los extintores de incendios dado que no es combustible y por lo tanto, apaga las llamas. Dado que también es mal conductor del electricidad, se puede usar para apagar incedi cargados eléctricamente.

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